Mi marido derrochaba nuestro dinero mientras yo acogía a un misterioso extraño
Habrá días en los que te despiertas con esa sensación rara… como si el aire oliera a cambio. No bueno, ni malo, simplemente diferente. Así empezó aquel lunes de febrero. Lo normal: café humeante y mi marido, Pablo, pegado al móvil en silencio. Solo aquel tic-tac nervioso de sus dedos contra el mármol de la … Read more