Ataron a un perro a un árbol hasta impedirle moverse
*Diario personal* El sol de julio azotaba Toledo como un martillo al rojo vivo sobre el asfalto, derritiendo los últimos restos de frescor. El aire temblaba sobre la tierra, como si la ciudad entera luchara por respirar bajo el peso del calor. Hasta las sombras de los árboles, normalmente un refugio, parecían un engaño—franjas delgadas … Leer más